Selvin Martinez

Cuando estamos frente a acontecimientos como los ocurridos como la reciente caída del avión boliviano donde perdieron la vida la mayoría de los miembros del equipo de la ciudad de Chapecó de Brasil y sus acompañantes, así como la tripulación de Lamia Corporation, personas correctas, que no hacían hacen mal a nadie, nos pueden llegar momentos de confusión, dado que en las calles habitan cientos de delincuentes que viven haciendo todo tipo de fechorías sin que nada les pase.

Ahí puede nacer la pregunta, ¿Por qué Dios permite estas tragedias?

El cuestionamiento a Dios. La Biblia habla de Job, un hombre íntegro que contestó a Satanás de la siguiente manera: “Desnudo vine a este mundo y desnudo saldré de él, sea el nombre de Jehová bendito”.

¿Qué tienen que ver estas palabras con una tragedia? Precisamente, Job se encontraba en medio de la peor tragedia que hombre alguno haya podido experimentar y la razón por la cual Satanás sometía a Job a esa prueba era para demostrar que el ser humano sólo ama a Dios cuando Dios lo trata con manos de sedas, cuando no permite nada malo en su vida; es decir, el ser humano solo tiene fe genuina cuando Dios evita todas las tragedias, ese es el discurso de Satanás y su rol en momentos como estos es hacernos creer que Dios es injusto.

¿Quién manda en el mundo, tú o Dios?

Si tu jefe hace todo lo que le pides y va donde quiera que tú lo envíes, ¿quién es el jefe, tú o él? Si Dios está para hacer todo lo que le ordenamos y le declaramos, entonces ya no sería soberano.

Si con nuestros labios podemos hacer que todo lo que es malo no ocurra y lograr todo lo bueno a nuestro favor, ¿quién es Dios? Entonces podría cualquier persona sin importar su convicción hacerle actuar de cualquier manera.

Realmente lo que define la soberanía de Dios es la posibilidad de que cosas que queremos que ocurran debemos pedírselas a él y él que sí es sabio decide si lo hace o no. Dios es soberano, y en medio de su soberanía espera que con gratitud, podamos entender la tragedia y aunque nos inunden las lágrimas podamos entender que a los que aman a Dios, todas las cosas, absolutamente todas, les ayudan a bien.

Si no hubiesen momentos de dolor, ¿sentiríamos igual por el prójimo? El ser humano es de naturaleza decidido y arrogante. En la mayoría de las situaciones de la vida, la verdad es que suele pensar mucho en sí mismo.

Si no existieran esos momentos de dolor y de dificultad, ¿manifestaría el ser humano tanta compasión como cuando sucede un evento de gran magnitud? Pensemos en la forma en cómo la gente se mueve y se unifica cuando hay una tragedia.

¿Es igual la manifestación de unidad, de amor y de benignidad cuando no la hay? Seamos sinceros.¿Anda Dios con nosotros aun cuando se cae el Avión?

EL dolor, el sufrimiento, la angustia suelen hacernos preguntar si Dios anda en el avión que se cae, en el carro que choca, en el barco que se hunde.

Ahora veamos la pregunta desde otra perspectiva, veamos los millones de aviones que no se caen, los miles de carros que no chocan, los barcos que no se hunden que son la gran mayoría, entonces ¿en esos anda Dios? de ser así, por un asunto estadístico tendríamos que decir que Dios hace mucho más cosas buenas que malas.

Sería injusto cuestionar a Dios solo por las cosas malas y otorgar al azar el beneficio, de las buenas y maravillosas cosas que suceden a diario.

Dios ha sufrido más que todos nosotros juntos. Él tuvo que ver a su propio hijo ser lacerado en una cruz, en medio de la burla, del sufrimiento, del dolor y de la muerte.

Jesús, que no hizo nada, dijo: “Hágase tu voluntad”, pidió que pasara el sufrimiento, pero aceptó la soberanía de Dios. Dios nos ama y está presente en medio de todas nuestras tragedias.

Rogamos a Dios que dé paz y consuelo a todas las familias de la tierra que en este momento pasan por momentos trágicos. Dios te bendiga.

Por: Dío Astacio

Tomado del sitio de internet www.cadadiamag.com