¿Ha visto como la gente corre de un lugar a otro? Lo hace en el centro comercial, en la estación de tren, en el trabajo y en todos lados. La gente corre todo el día. Dejando un poco de generalizar. ¿Está usted corriendo todo el tiempo? ¿Está siempre de prisa en todo lo que hace, a tal punto que ni se da cuenta? ¿Cómo se siente al final del día? Cansado verdad? Así es. Entre más corre y corre, se cansará más rápido y dejará de disfrutar las cosas que realmente valen la pena.
Hay gente que dice: Nunca tengo tiempo. Siempre estoy cansado y no tengo ánimo para nada. ¿Será que hay personas que tienen más tiempo que otras? Claro que no. Todos tenemos las mismas 24 horas y los mismos 7 días de la semana. Lo que hay que hacer es saber organizarse y priorizar las cosas que son importantes. Deténgase un momento por favor. No vaya tan de prisa en la vida. Todo tiene su tiempo. No pase por alto las cosas valiosas en su vida.
Ha visto como hay padres que por estar tan ocupados y corriendo para todos lados, nunca se dan cuenta del crecimiento de sus hijos, de sus necesidades, de los problemas que tienen y aún de los abusos que están pasando. A veces están tan enfocados en las cosas materiales, que no disfrutan los dibujos que sus pequeños hacen o del reconocimiento que le dieron en la escuela.
Medite un poco y enfatice sus prioridades. Si ha estado corriendo todo el tiempo, deténgase un momento. No siga corriendo tan de prisa. No espere a que llegue una enfermedad a su vida, para reaccionar y entender que al final de la vida, todo queda en la tierra. De qué servirá, haberse afanado tanto y no haber disfrutado de las cosas que si valen la pena.
Recuerde, para todo hay tiempo en la vida. Por lo tanto, deténgase un momento y disfrute todo aquello que es de valor e importancia para usted. No siga corriendo de un lado a otro. No deje que el afán de cada día le robe la bendición de disfrutar lo que realmente es de valor para usted. Deténgase. No vaya tan de prisa. Todo tiene su tiempo.
Escrito por:
Keidy Rodríguez es nacida en Juticalpa, Honduras y criada en Guaimaca Francisco Morazán. Es maestra de profesión y su pasión es escribir. Cree y sabe que es un talento que Dios le ha dado. Cuando los días están nublados y lluviosos es cuando más se inspira para escribir. Actualmente es miembro de la Asociación Internacional de Poetas y Escritores, Arte y Cultura Hispana (AIPEH) con sede en Orlando, Florida.
