¿Por qué será que somos tan rápidos en juzgar? En una ocasión fui testigo del comentario de una persona. Él dijo: Marcos Witt, ya no es el cantante de antes. Canta diferente. La voz ya no es la misma. Como ahora le dan premios del mundo…Eso creo que le ha quitado la unción. Él se refería a los premios Grammys.
No le miento. En ese momento, fui tentada a dar mi opinión al respecto, pero decidí no hacerlo. Gracias a Dios me dio sabiduría en el momento y cambie la conversación. He aprendido a no dar mi opinión o argumentar si no estoy segura de lo que se está hablando. Bastante tiempo después, un día escuchando una predicación del cantante Marcos With, me di cuenta y entendí porque motivo, quizás su voz había cambiado. En esa predicación él dice que: En una ocasión lo operaron, y él les dijo a los doctores que fueran buenos con sus cuerdas vocales, ya que de ellas el subsistía. Lo hizo en una manera jocosa. Usted sabe que para anestesiar a una persona, introducen un tubo en la boca. Él dice, que a consecuencia de ese tubo dañaron sus cuerdas vocales.
Cuando escuche eso, rápidamente vino a mi mente el comentario de la persona dicho mucho tiempo antes. Le soy honesta. Me paralice. Me quede frisada. En mi mente dije: Que rápidos somos para juzgar sin saber. ¿Por qué no investigar antes de pronunciar un comentario? ¿Por qué afirmar algo, si no sabe a ciencia cierta? Si no está seguro de algo, no juzgue. Juzgar sin saber, puede hacer mucho daño a las personas involucradas, o puede usted mismo lastimarse. En muchos casos, puede llegar a ser un daño irreparable en la vida de alguien. En el momento que la persona hizo el comentario, quise darle la razón, sin saber si era cierto o correcto lo que él decía, pero decidí no dar rienda suelta a mis pensamientos.
Imagínese por un momento. Alguien solo porque se le ocurre juzgar a alguien, dice cosas muy delicadas, graves, sin estar seguro de lo que está diciendo. La persona juzgada, por el motivo que sea, llegue al punto de quitarse la vida. Y después la persona que dicto el juicio, descubra que lo que afirmaba era falso. Imagínese por un momento el cuadro. Una persona muerta. Juzgada injustamente. Y otra que sin medir consecuencias, quiso juzgar a alguien. Lamentable verdad? Creo que por mucho que esa persona se arrepienta, el daño ya está hecho. Por mucho que quiera cambiar la situación, no podrá hacerlo.
Por favor, pensemos bien antes de juzgar a alguien. No seamos rápido a dictar sentencias sobre la vida de alguien. Más cuando no se está seguro de lo que creemos ser verdad. Si no sabe, no juzgue. Hoy puede ser la persona que juzgue, mañana puede ser la persona juzgada. Dicen que con un dedo se señala a alguien, pero que cuatro dedos lo señalan a uno.
Piense bien antes de decir algo de alguien, sin estar seguro que es verdad. No se deje llevar por el sentimiento de la ira, rabia, enojo, rencor, envidia etc. Para hacer daño a una persona. Todo lo que se siembra, eso mismo se cosecha.
Tengo un pensamiento que dice: Guarda tus oídos para no oír lo que otros dicen. Guarda tus ojos para no ver lo que otros hacen. Y guarda tus labios para no decir lo que has visto y has oído.
Por lo tanto, si no sabe, no juzgue.
Escrito por:
Keidy Rodríguez es nacida en Juticalpa, Honduras y criada en Guaimaca Francisco Morazán. Es maestra de profesión y su pasión es escribir. Cree y sabe que es un talento que Dios le ha dado. Cuando los días están nublados y lluviosos es cuando más se inspira para escribir. Actualmente es miembro de la Asociación Internacional de Poetas y Escritores, Arte y Cultura Hispana (AIPEH) con sede en Orlando, Florida.